Los buenos equipos profesionales son todo en el camino al éxito de una organización y en épocas en donde es tan difícil fidelizar el talento, conviene poner el foco en ellos, observar con lupa las condiciones que les ofrecemos. En ese sentido, la experiencia digital de los empleados es un factor fundamental.
Cuando hablamos de experiencia digital del empleado (o experiencia del empleado digital) nos referimos a aquellas condiciones tecnológicas que conforman su entorno laboral.
Las opciones que tenemos a disposición para ello son múltiples y se sabe que una buena gestión de ellas incrementa la productividad y la satisfacción de los empleados, mejora la percepción que tienen de la compañía —por ende mejora la reputación de marca de la empresa— y es plausible de ser un diferencial, un factor que atraiga y fidelice talento.
La tecnología viene en nuestra ayuda y, teniendo en cuenta que debemos elegir aquellas herramientas que mejor se ajusten a nuestros objetivos estratégicos, comunicarlas correctamente y asegurarnos de que todo el personal de nuestra empresa sepa interactuar con ellas y sacarles el máximo provecho, estaremos en el camino correcto al utilizarlas en favor de nuestros empleados.
Ejemplos de aplicación de la tecnología para la experiencia digital de los empleados
- Onboarding: disponer de plataformas que centralicen toda la información que todo nuevo empleado necesita para una buena adaptación.
- Teletrabajo: brindar herramientas que permitan la gestión de tareas a distancia, la creación de entornos de trabajo virtuales y los reportes de asistencia y licencias.
- Comunicación: ofrecer buenas herramientas de comunicación interna e intranets modernas, para lograr rapidez y fluidez.
- Capacitación: mantener estrategias de desarrollo continuo personalizado para cada empleado, especialmente a través de plataformas de aprendizaje en línea.
- Estrés: utilizar herramientas de monitoreo y buena gestión de la salud mental y el estrés de cada empleado.
- Feedback: contar con herramientas de evaluación que permitan análisis y feedback constantes sobre el desempeño de cada profesional.
- Soporte: a la par de la capacitación en el uso de cada herramienta, contar con un buen equipo de soporte técnico es clave para no interrumpir los procesos de trabajo ni generar demoras ni frustraciones.
Buenas prácticas recomendadas
Además de las herramientas digitales (de las que las mencionadas son solo una muestra dentro de la vastísima gama de opciones disponibles) es importante tener en cuenta algunas buenas prácticas:
- Antes de lanzar una nueva herramienta digital, organizar pruebas y testeos con los empleados de modo de garantizar su uso, relevancia y pertinencia.
- Generar entusiasmo alrededor de las herramientas digitales con las que cuenta la compañía y favorecer la colaboración mutua entre los equipos.
- Agudizar la escucha: la palabra de nuestros empleados será, en primera y en última instancia, la que vale. Es crucial implementar diversos canales para que puedan expresar sus opiniones con libertad y sin represalias, así como brindar las sugerencias que estimen pertinentes.
- Por último, pero no por eso menos relevante, fomentar la desconexión es mucho más que una buena práctica, es, sin duda, un diferencial que denota cuidado a los equipos de trabajo.
Las herramientas digitales y las presiones de los mercados fomentan la hiperproductividad, la hiperconexión. No dejarse llevar por esas tendencias y cuidar a nuestros empleados también con incentivos hacia la desconexión y el descanso, será sumamente valorado.
Como vimos, las opciones rozan el infinito. Para decidir cuáles implementar, lo más importante es ajustar la mentalidad centrándola en los usuarios: los profesionales que integran nuestros equipos de trabajo y de quienes depende, en buena medida, el éxito o el fracaso de nuestra empresa.