Estamos entrando en el último trimestre del año, con el agotamiento que conlleva para todos y ese cansancio manifiesto, colectivo, es quizás un buen momento para pensar en la importancia de cuidar la salud física y mental en el trabajo y evitar el burnout.
¿Qué es el burnout?
Se suele llamar así al agotamiento extremo, tanto físico como mental y emocional, que encuentra su causa en el estrés prolongado en entornos laborales. Es también conocido como el síndrome de desgaste profesional.
Suele manifestarse a partir de signos normalmente observables como:
- Una sensación de fatiga constante;
- Cierta despersonalización o desconexión emocional del trabajo;
- Una gran dificultad para concentrarse, conectarse con los demás y tomar decisiones;
- Un notorio sentimiento de inutilidad o baja autoestima
¿Cómo prevenir el burnout?
Adoptando estrategias que promuevan el bienestar y tiendan a lograr un equilibrio entre las exigencias laborales y el autocuidado.
Desde las empresas, implementar estrategias para prevenir y evitar el burnout es clave para cuidar a los profesionales de nuestros equipos, especialmente en tiempos tan caóticos y vertiginosos como los que vivimos.
Te compartimos algunas:
Estrategias para prevenir el burnout
Desde las empresas tenemos la responsabilidad de cuidar a nuestros equipos de trabajo y minimizar las situaciones de estrés a las que estén expuestos.
Ayudarles a establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal es fundamental para poder garantizar el descanso indispensable para todo buen desempeño.
Garantizar que los líderes o coordinadores de equipo no contacten a los demás empleados por cuestiones laborales fuera del horario y entorno estrictamente laboral es una práctica recomendable.
Ofrecer flexibilidad horaria y la posibilidad de trabajo remoto es una ventaja de nuestra marca de empresa en tanto que esa sea real y no encubra una pretendida disponibilidad constante de nuestros empleados. En cualquier formato que acordemos trabajar, mantener horarios de trabajo claros y razonables, que incluyan descansos, es fundamental.
La gestión del tiempo tiene que ser nuestra aliada y es una habilidad que requerimos de nuestros equipos y que, igualmente, podemos ayudarles a mejorar, sobre todo facilitando el uso de herramientas institucionales de gestión de tareas y planificadores que permitan que se concentren en lo prioritario, delegando lo accesorio.
La importancia del no: nuestros empleados tienen que poder decirnos que NO — especialmente a solicitudes de tareas extra o excesivas— sin tener represalias por ello, es una de las claves para gestionar las expectativas y mantener un entorno de trabajo saludable.
Y si de entorno saludable se trata, incentivar una comunicación abierta y asertiva, tanto entre pares como con superiores, siempre es una buena estrategia.
Ofrecer paquetes de bienestar, como programas de apoyo emocional o físico, así como espacios de relax como lugar de juegos o gimnasios, clases de yoga, danza, etc., siempre es un plus que se agradece y que resulta de mucha utilidad para reducir el estrés laboral y favorecer un buen clima de trabajo con prioridad en los trabajadores.
Fomentar el autocuidado desde la empresa es siempre una buena idea. Trasladar herramientas a nuestros equipos para que logren gestionar su tiempo para incluir actividades placenteras a sus jornadas, descansar adecuadamente y mantener una alimentación saludable, ayuda a gestionar las presiones de la vida diaria, enfocarse en una vida integralmente más saludable y, definitivamente, prevenir el burnout.
Una manera de saber cómo se encuentran nuestros empleados es realizar encuestas de clima de manera periódica. Si precisás un modelo, escribinos y te lo enviamos.
