En ocasiones anteriores hemos hablado de la importancia de evaluar las competencias de los profesionales que vamos a incorporar a nuestro equipo.
Desarrollamos extensamente por qué perseguimos este tipo de búsquedas y compartimos un Manual de Competencias desarrollado por nuestros equipos de SLC.
Visto el interés que despertó la temática, compartimos en este artículo algunas definiciones de competencias que es posible —y recomendable— identificar a fines de definir sus comportamientos asociados dentro de nuestra compañía.
Recordemos que entendemos por competencia un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes recurrentes y habituales que se traducen en comportamientos concretos, y que son fundamentales para el desempeño exitoso en un puesto determinado.
Competencias y comportamientos destacados:
ADAPTACIÓN: Capacidad para acoplarse eficazmente a entornos cambiantes.
ANTICIPACIÓN: Capacidad de adelantarse a las necesidades de las acciones que se ejecutará y al impacto que pueden causar en el entorno.
AUTOCRÍTICA: Capacidad para identificar y admitir los propios errores y considerarlos oportunidades de crecimiento y mejora.
APRENDIZAJE: Habilidad para adquirir y asimilar nuevos conocimientos y destrezas —tanto complejas como simples— y aplicarlos a la práctica laboral.
COMUNICACIÓN: Capacidad para escuchar, entender y valorar empáticamente información, ideas y opiniones — tanto interpersonal como virtualmente— y retroalimentar ese proceso de manera asertiva.
CREATIVIDAD: Capacidad para proponer alternativas novedosas ante escenarios habituales como soluciones a problemas o dificultades.
EMPATÍA: Capacidad de comprender los sentimientos y emociones de los demás.
INFLUENCIA: Capacidad de influir, persuadir, impresionar, convencer a otros.
INICIATIVA: Proactividad y anticipación.
INTEGRIDAD: Actuar conforme a las normas éticas y morales y actuar con honestidad frente a cualquier escenario.
NEGOCIACIÓN: Capacidad para llegar a acuerdos.
ORIENTACIÓN ESTRATÉGICA: Contar con visión a largo plazo y capacidad de diseñar
planes estratégicos conforme la visión y misión de la organización.
PERSEVERANCIA: Tenacidad. Refiere a la habilidad que se posee para no claudicar en la búsqueda de objetivos pese a los obstáculos que pudieran aparecer en el camino.
PLANIFICACIÓN: Capacidad para determinar de manera eficaz, metas, prioridades y etapas necesarias para alcanzar los objetivos establecidos.
RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS: Habilidad para resolver eficazmente escenarios de conflicto.
TOLERANCIA AL ESTRÉS: Capacidad de mantener firme el carácter en situaciones de estrés, presión o conflicto y otorgar respuestas racionales controladas.
TRABAJO EN EQUIPO: Habilidad de cooperar con otros de manera cohesiva, sin competencias individuales.
PROSPECTIVA: Capacidad para visualizar el futuro al que se pretende llegar, anticipando riesgos posibles e identificando estrategias de acción.
En SLC sostenemos que, junto con la selección por valores, la selección de personal por competencias resulta clave a la hora de dar con los profesionales adecuados para incorporar a nuestros equipos de trabajo.
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