En SLC defendemos la importancia de realizar entrevistas por valores a los candidatos para los puestos a cubrir.
Ahora bien, ¿Cómo determinamos esos valores? ¿Cómo saber cuáles son los que resultan importantes para nuestra empresa? ¿Cómo identificar si un candidato cumple o no con ellos?
En principio consideramos valores corporativos a aquellos principios que marcan y definen la cultura empresarial de una organización. Por eso resulta menester la honestidad, al interior de la propia empresa, al momento de definir los valores propios.
No se trata de publicar palabras bonitas en nuestro sitio web, sino ser realmente honestos en cuanto a nuestra cultura para poder orientar nuestra búsqueda en el sentido correcto.
Entendiendo que las empresas no son entes abstractos sino que las definen los miembros que las conforman, vamos a ir en busca de la identificación de los valores de nuestra empresa mirando los valores de los directivos y personal jerárquico.
Aún más, cuando planeamos iniciar una búsqueda concreta para cubrir un puesto de trabajo en particular, debemos poner el foco también en el equipo de trabajo en el que se va a insertar esa persona, debemos identificar con claridad cuáles son los valores que los miembros de ese equipo de trabajo encarna, cuáles son importantes para ellos, de lo contrario no habrá match.
¡Y recordemos que el costo de una incorporación errónea es altísimo para cualquier empresa!
Pero, ¿podemos nosotros mismos definir esos valores?
No es para nada recomendable ese intento.
Lo que se sugiere es que se inicie un proceso de identificación de los valores corporativos y que ese trabajo se haga también en equipo.
Liderados por especialistas en recursos humanos y gestión de las personas, especializados en selección por valores y conjuntamente con los dueños, directivos y personal jerárquico de la empresa, que serán quienes, con sus propios actos, encarnen los valores corporativos de la institución de la que se trata.
Arribar a un consenso sobre los valores compartidos es de suma importancia.
Definirlos en detalle, dando claros ejemplos de los comportamientos esperados que se desprenden de cada valor, para no dejar lugar a dudas o dobles interpretaciones.
Es crucial destinar este tiempo concienzudamente: buena parte del éxito en la búsqueda de la persona apropiada, depende de ello.
Es que las habilidades se pueden tener en mayor o menor medida, se pueden adquirir, mejorar, entrenar, los valores, en cambio, se poseen o no y compartirlos es lo que, finalmente, nos permite trabajar juntos en pos de un objetivo común.